(Texto original de
Alfred Lorona-W6WQC de 2004, traducido y adaptado por Ricardo
Mínguez-EA5GKA)
La radioafición, como cualquier otra
actividad de la vida, también tiene su parte de información errónea, conceptos
equivocados y malentendidos entre sus aficionados. Algunos son graves y otros no
lo son tanto.
Aquí tenemos algunos
ejemplos:
-existe confusión sobre
cuándo y cómo utilizar los controles de transmisión y recepción XIT/RIT en un
transceptor actual.
-falta conocimiento
para ajustar y utilizar de forma óptima la sintonía de paso de banda.
-existe una mala
comprensión de los conceptos “precisión” de lectura de un display digital y
“resolución” del mismo.
Hay muchos más, estoy
seguro de que a ti se te ocurre alguno, pero no tenemos porqué agotar el
tema.
Me parece que tal vez
la mayor confusión se encuentre en los malentendidos sobre antenas y líneas de
alimentación. ¿Porqué digo esto?, pues lo digo basado en la escucha de
conversaciones realizadas por radio. He aquí algunos extractos que he podido
recoger de conversaciones reales efectuadas en las bandas de 80m y
40m:
“No puedo trabajar
los 80m porque no tengo espacio para una antena.”
“Mi ROE es 2.5:1
pero si puedo bajarla a 1:1 mi antena trabajará mucho
mejor.”
“Mi antena trabaja
de forma óptima en esta frecuencia porque aquí es
resonante.”
“Tuve que montar
cuatro dipolos, de modo que puedo operar en 80m, 40m, 20m y
17m.”
“Mi ROE era de
3.5:1, pero mi acoplador consigue bajarla hasta 1.15:1.”
Estos comentarios y
otros similares, revelan una falta de comprensión del funcionamiento de la
antena y de la línea de alimentación.
Es el propósito de
estas notas tratar de borrar algo de esta confusión y, con suerte, estimular y
ampliar tu conocimiento en lo que respecta a las antenas. En el proceso, vamos a
aprender a superar algunos vicios operativos graves que hemos adquirido como
resultado de estos malentendidos.
El lenguaje es muy
simple. He rehuido el esotérico y predominantemente enfoque matemático, con la
finalidad de que la información pueda llegar al mayor número de
aficionados.
Ninguna información
mostrada es nueva ni original. Los principios aquí descritos fueron utilizados
por los aficionados ya en la década de 1920, en el siglo pasado.
Desde entonces, han
aparecido innumerables artículos en la literatura, incluyendo el Handbook de la
ARRL, el Handbook de Antenas de la ARRL y artículos en QST, donde se explican
los principios correctos de la antena y el funcionamiento de la línea de
alimentación. ¿Por qué existe entonces tanta confusión?
El
Por Qué del problema.
Mi teoría es que todo esto
empezó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. La fácil
disponibilidad de cable coaxial de 50 ohmios procedente de excedente militar, y
poco después la aparición del omnipresente medidor de ROE, hizo que la pelota
empezara a rodar. Los radioaficionados comenzaron a estar preocupados por la
potencia reflejada en sus líneas de alimentación coaxial. De inmediato, hubo un
acuerdo casi universal en que la potencia reflejada debía ser evitada como si de
una plaga se tratara. Sobre todo, se debía utilizar cable coaxial de 50 ohmios
“porque no radiaba, lo cual sí hacía la línea abierta”. Estos radioaficionados
cayeron en un error al no recordar, o quizás decidieron pasarlo por alto, que
antes de la guerra a ningún radioaficionado le preocupaba la potencia reflejada
en sus líneas de alimentación abiertas, y les funcionaban muy bien.
Lo que finalmente remató el
asunto, por así decirlo, fue la aparición de los transceptores sin necesidad de
ajuste de la etapa final de transmisión.
El cable coaxial de
50 ohmios, el medidor de ROE y el transceptor sin necesidad de ajuste, todo
conspiraba en conjunto para atraer a muchos radioaficionados a un estado de
ignorancia confusa en relación con las antenas y las líneas de
alimentación.
A pesar de todo lo
que se ha escrito para disipar los malentendidos, ¿por qué siguen siendo tan
persistentes? No tengo la respuesta definitiva. Tal vez los radioaficionados no
han entendido el tema lo suficientemente bien. Tal vez no crean lo que leen. Tal
vez están más influenciados por lo que escuchan de sus compañeros. Tal vez sus
ideas han estado con ellos durante tanto tiempo, que ahora es imposible cambiar
su forma de pensar. Tal vez algunos prefieren no estar iluminados. Con esto
último no quiero ser jocoso ni sarcástico. He conocido a muchos radioaficionados
que obstinadamente se niegan a creer cualquier cosa que desafíe su apreciadas
creencias mantenidas a lo largo del tiempo, independientemente de cualquier
prueba de lo contrario.
La antena básica de media
longitud de onda.
Por "antena" me refiero a la
propia antena, excluyendo la línea de alimentación asociada. El primer concepto
erróneo que tienen los radioaficionados es que cuanto más se aproxime una antena
al dipolo básico de media longitud de onda para la banda de interés, más se
acercará a la perfección y mejor radiará esta.
Esta creencia no se sostiene ni por la teoría ni por la práctica. Teóricamente
la antena de media longitud de onda no radia ni mejor ni peor que una antena de
cualquier otra longitud. En otras palabras, todas las longitudes radian igual de
bien. No encontrarás ninguna declaración de lo contrario en textos con
reconocimiento sobre antenas, incluyendo el Libro de Antenas de la ARRL. Tampoco
vas a encontrar ninguna afirmación de que la antena de media longitud de onda
maximiza la radiación comparada con antenas de otras longitudes.
Entonces, ¿por qué
todos los artículos publicados sobre antenas muestran el dipolo de media
longitud de onda como la antena básica?, la respuesta es porque es la antena
básica. Pero esto no significa que sea la mejor antena. En los libros de texto
es la antena básica porque se trata de la longitud más sencilla mediante la cual
se puede describir matemática, gráfica y conceptualmente cómo trabajan las
antenas en general. Por ello la distribución de la tensión y corriente de una
onda senoidal a lo largo de un conductor puede ser muy bien representada para
que quepa exactamente en media longitud de onda. ¿Podrías imaginar cómo sería
que tu libro de texto sobre la antena básica comenzara con la descripción de una
antena de 37/64 o 9/17 de longitud de onda?, es posible, pero las
representaciones gráficas y matemáticas serían un verdadero lío utilizando
dichas longitudes tan dispares. Pero ½ longitud de onda.....bueno, ¿cómo lo
quieres de fácil?
Pero ¿por qué casi
todas antenas en el mundo real son de media onda?. Ahora hemos llegado al quid
de la cuestión. La respuesta es porque, en el mundo práctico, el transmisor sin
ajuste quiere ver 50 ohmios y el cable coaxial quiere ver 50 ohmios y la
impedancia del dipolo de media onda se puede aproximar a los 50
ohmios.
Todo está
aproximadamente acoplado y todo el mundo se encuentra razonablemente feliz. Es
la antena de media onda la que hace posible todo esto. Este conveniente acomodo
a los requerimientos del transmisor, sin embargo, no nos dice nada sobre la
eficacia de radiación de la antena en sí misma. Tampoco hace que esta longitud
de antena sea el mejor radiador. Lo UNICO que muestra es que esta longitud hace
que la ROE sea baja en el transmisor. La ROE describe una condición en la línea
de alimentación, pero no dice nada sobre las cualidades de radiación de una
antena.
Que una ROE baja no da
por buena una antena está demostrado. Consideremos una resistencia de 50 ohmios
al final de la línea de alimentación. La ROE es 1:1 perfecta, ¿pero utilizarías
esta resistencia como tu antena?, ¿a que no?.
Entonces ¿qué hay de
malo en utilizar una antena de media onda para conseguir una ROE baja?, te
preguntarás. Nada y Todo, "Nada” está mal porque es un sistema perfectamente
viable. "Todo” sobre ello está equivocado, ya que estás imponiendo
innecesariamente límites severos al funcionamiento de la estación. Un dipolo
resonante de un solo hilo es un dispositivo de alto Q. Es resonante en una sola
frecuencia. Presenta una terminación a la línea de transmisión de 50 ohmios en
esa frecuencia. En cualquier otra frecuencia la resistencia en el punto de
alimentación varía. Además, se introduce reactancia y esta empieza a aumentar.
La resistencia de radiación puede ser mayor o menor y la reactancia puede ser
capacitiva o inductiva. Estos valores dependerán de si la frecuencia es mayor o
menor que la frecuencia de resonancia. Estas variaciones en la impedancia de la
antena causan que la ROE en la línea de alimentación aumente conforme nos
alejamos de dicha frecuencia. A nuestro codiciado transmisor sin ajustes no le
gusta nada de eso. Como consecuencia, los radioaficionados que utilizan este
tipo de antena están restringiendo su operación a un estrecho rango de
frecuencias en la banda donde la antena es resonante. Es importante comprender
que estarán trabajando en este estrecho rango de frecuencias no porque la antena
trabaje mejor allí, sino porque sus transmisores no les permiten trabajar en
otras frecuencias.
La alternativa, según
los detalles de los cuales son objeto estas notas, es el uso de una antena
dipolo, no necesariamente cortada a una frecuencia de resonancia determinada,
que se utiliza en TODAS las bandas y TODAS las frecuencias, sin referirnos a la
ROE de la línea de alimentación.
No quiero dar a
entender que una longitud resonante de la antena y una baja ROE en la línea de
alimentación no proporcionen un rendimiento óptimo. Lo que quiero decir es que
una longitud de antena no resonante y una línea de alimentación trabajando con
una ROE finita, pueden proporcionar al igual un buen rendimiento. ¿Por qué
entonces nos molestamos en investigar estos dos fenómenos, si una longitud
resonante es suficiente para alcanzar un rendimiento optimo de la antena? La
respuesta a esta pregunta es que el conocimiento de algunos conceptos simples
acerca de cómo funciona una antena, nos permitirá lograr un rendimiento óptimo
en un rango mucho más amplio de frecuencias de lo que de otro modo nos
permitiría.
En teoría, la
resistencia de radiación en el punto de alimentación de un dipolo ideal en el
espacio libre no es de 50 ohmios, sino más bien cercana a los 70 ohmios. Bueno,
si quieres ser superpreciso, es teóricamente de 73 ohmios.
La resistencia real
está determinada por la altura sobre el suelo y por las pérdidas debidas a los
alrededores de la antena. La razón por la cual muchos dipolos presentan cerca de
50 ohmios es debido a pérdidas. Muchos aficionados no son conscientes de estas
pérdidas, o más bien optan por ignorarlas, ya que están preocupados,
principalmente, en conseguir una impedancia que esté cerca de los 50 ohmios. En
esencia, se da prioridad a una ROE baja sobre la eficacia de radiación del
sistema de antena. Siempre he pensado que es extraño que se dé la bienvenida a
unas pérdidas, aunque tal vez sin darse cuenta, con el único propósito de hacer
que el medidor de ROE presente una lectura más baja. ¿O no sabéis que la
introducción de pérdidas en la antena y / o línea de alimentación hace que el
medidor de ROE dé una lectura más baja?. Se está eligiendo una ROE baja por una
razón equivocada y este es un pensamiento contraproducente.
Un simple
experimento.
Una de las razones principales,
sino la principal de ellas, para que los radioaficionados aboguen por la antena
de media onda es que la corriente en ella es máxima, en virtud de su longitud
resonante. ¿Máxima comparada con qué?, máxima comparada con todas las longitudes
no resonantes. Y todo el mundo sabe que cuanto mayor sea la corriente en la
antena mayor será su radiación. Esta afirmación es a la vez verdadera y falsa.
Es cierto que cuanto mayor sea la corriente en una antena dada, mayor será la
radiación. Lo que no es cierto es que la antena de media longitud de onda sea la
que mayor corriente presenta comparada con otras longitudes. Antes de que me
acusen de blasfemia, considerad lo siguiente. Vamos a probar un sencillo
experimento. Supongamos que tenemos un cable resonante y supongamos que el punto
de alimentación posee una impedancia resistiva de 50 ohmios. Ahora apliquemos
100 vatios de potencia de RF al mismo. Según la elemental ley de Ohm, la
Corriente es igual a la raíz cuadrada de la Potencia dividida por la
Resistencia. En nuestro ejemplo, la potencia dividida por la resistencia (100W /
50 ohms) es igual a 2 y la raíz cuadrada de 2 es 1.4. Por lo tanto la corriente
en la antena resonante de media onda para una potencia de 100 vatios es de 1.4
amperios. Esto es bastante simple.
Si creyéramos a los
defensores de la “corriente máxima”, cualquier otra longitud de cable tendrá un
valor más bajo de corriente. Vamos a ver si esto es cierto. Vamos a cortar un
trozo de cable de cada extremo de nuestro dipolo de media onda, con la finalidad
de reducir su longitud. La impedancia en el punto de alimentación ya no será de
50 ohmios. Va a cambiar a un valor más reducido. Digamos que hemos cortado el
cable lo suficiente como para reducir la impedancia del punto de alimentación a
25 ohmios. Ahora alimentamos la antena con los mismos 100 vatios. Podemos
calcular la corriente como lo hacíamos antes. Esta vez la corriente será la raíz
cuadrada de 100 vatios dividido por 25 ohmios, que es igual a 4. La raíz
cuadrada de 4 es 2. La corriente en el cable recortado no resonante es de 2
amperios. 2 amperios es mayor, no menor, que 1,4 amperios. El cable de media
longitud de onda media no tiene la corriente máxima. ¡La antena acortada no
resonante experimenta más corriente! ¿De qué manera radian ambas antenas?.
Estando todo lo demás igual, ¡exactamente lo mismo!.
¡Pero espera!, te he
oído decir que no se pueden poner 100 vatios en una antena no resonante y que
habrá potencia reflejada en la línea de transmisión. Objeción superada. Una
simple red de adaptación en la antena para transformar la resistencia de
radiación de 25 ohmios a 50 ohmios se hará cargo de ese problema. La línea de
transmisión termina en 50 ohmios por lo que no habrá ninguna reflexión sobre
ella. Por otra parte, ya que no hay reflexión sobre la línea de transmisión, ya
que esta termina en su impedancia característica, se deduce necesariamente que
todos los 100 vatios serán trasladados hacia adelante, pero no nos desviemos de
lo que estoy tratando de describir, que, contrariamente a la opinión popular la
corriente en la antena de media longitud de onda no es mayor que la que fluye en
una antena corta no resonante. La antena de media onda NO tiene más corriente
por ser resonante.
Antes de dejar el
experimento que acabamos de realizar, echemos un vistazo a otro ejemplo
adicional. Si tuviéramos que alargar la antena resonante, la impedancia en el
punto de alimentación podría aumentar y podríamos calcular menos corriente que
la que fluye, ya sea en la antena más corta o en la de media onda. Una vez más,
los defensores de la “corriente máxima” nos quieren hacer creer que deberíamos
esperar menos radiación. Esta vez vamos a alargar la antena de manera que cada
tramo tiene ahora 0.64 longitudes de onda. Esto, sin lugar a dudas, una longitud
total no resonante. La antena es demasiado larga. La impedancia del punto de
alimentación será de unos 126 ohmios y la corriente será de unos míseros 0.9
amperios. ¿Es esta antena un radiador inferior?, de ninguna manera. Se trata de
la conocida como Zepp Doble Extendida, y es un radiador 3 dB mejor que la antena
resonante de media onda. Esto en cuanto a la superioridad de la antena de media
onda sobre otras longitudes en virtud de su resonancia.
En vista de la extrema
simplicidad de los experimentos mentales anteriores, muchos radioaficionados se
niegan a creer con firmeza lo que es tan fácil de demostrar y medir. Este es
quizás el aspecto más desconcertante de todo este tema respecto a la operación
de la antena, esta obstinada negativa a aceptar las pruebas matemáticas, así
como los resultados de la medición simple y directa. Vamos a continuar
examinando una longitud indeterminada de cable no resonante con mayor
detalle.
Muchos radioaficionados
proclaman felizmente que su antena es de banda ancha. Entusiasmadamente, se
jactan de que pueden ir de un extremo a otro de la banda y la ROE apenas varía.
Lo que ha ocurrido es que, de algún modo, se han introducido pérdidas en alguna
parte. Las pérdidas de la antena / línea de alimentación han reducido el Q, lo
cual hace disminuir la ROE y aumentado el ancho de banda de la antena, todo a
costa de la eficacia de radiación.
Cuando los
radioaficionados instalan un dipolo y la ROE no es tan baja como quisieran,
inmediatamente se ponen a jugar con él. Alargan / recortan los extremos, lo
suben, lo bajan, alargan / acortan la línea de alimentación, cambian la línea de
alimentación, modifican la orientación y quién sabe qué mas cosas con la
finalidad de bajar la ROE a 1:1. Al jugar con la antena se introducen pérdidas,
y posiblemente se alcance un valor de ROE de 1:1, o cercano a él. Y esto hace
felices a los radioaficionados. A lo que se reduce todo esto es a un sacrificio
de la eficacia de radiación del sistema de antenas, con la finalidad de
satisfacer las demandas requeridas por los transmisores sin ajuste. Se está
intentando atajar el problema por el camino equivocado. Tienen todas las cosas
al revés. El mejor camino a seguir es dar prioridad a la eficacia de la antena y
luego ir haciendo lo necesario para que el transmisor sin ajuste se adapte a las
especificaciones de la antena. Llegamos ahora a un punto que debe destacarse.
Cuanto mejor sea el dipolo (pérdidas bajas), más reducido será el rango de
frecuencias en el cual se pueda trabajar con una baja ROE. Así que, si la ROE
varía rápidamente con un pequeño cambio en la frecuencia de trabajo, debes estar
agradecido, tienes una buena antena, pero por desgracia también un sistema de
antena restrictivo, si estás dispuesto a soportar tal restricción estupendo,
pero no tienes porqué hacerlo. Vamos a continuar examinando una longitud
indeterminada de cable no resonante con mayor detalle
.
La antena de longitud
indeterminada, o antena random.
Dije que teóricamente cualquier
longitud de cable es tan buen radiador como lo es uno de media longitud de onda.
Si esto es así, ¿por qué no se utilizan antenas random normalmente?, la
respuesta es de nuevo la exigencia de los transmisores sin ajuste. Un dipolo
random no presenta una impedancia de 50 ohmios en el punto de alimentación, que
es la impedancia de carga que quieren ver los transmisores sin ajuste cuando
están conectados a su cable coaxial de alimentación.
DIPOLO RANDOM: Dipolo con dimensiones adaptadas al espacio disponible. |
Si la longitud del
dipolo es más larga que la longitud de resonancia, se produce un aumento de la
componente resistiva de la impedancia en el punto de alimentación. Si la
longitud es más corta que la longitud de resonancia, dicha componente resistiva
disminuye. Además, la impedancia en el punto de alimentación de una antena
random, también adquirirá componente reactiva. Al transmisor sin ajuste
conectado a una línea de alimentación coaxial no le gusta eso. O bien se produce
un aumento pronunciado de la potencia de salida, o cae esta por completo. Pero
tengamos en cuenta que este es el resultado de que el transmisor no puede
trabajar con una impedancia diferente de 50 ohmios, y no el resultado de la
operación de una antena irregular o defectuosa.
Antes de dejar la
antena random, tenemos que considerar otro aspecto de este tipo de antena.
Estamos obligados a hacernos esta pregunta: si un cable de longitud
indeterminada, llamémosle antena random, radia igualmente bien, ¿significa esto
que podemos utilizar una antena de 30cm para la banda de 160m?. En el mundo real
esto es harina de otro costal.
El problema es la
impedancia en el punto de alimentación en comparación con la pérdida en el
material con el cual está hecha la antena. En esta antena tan corta, la
resistencia de radiación es extremadamente pequeña, de apenas una fracción de
ohmio. La impedancia total del punto de alimentación se compone de esta
resistencia de radiación, más la resistencia óhmica por efecto pelicular (efecto
skin) en el material metálico y la pérdida adicional debida al entorno en el que
está instalada la antena. En un cable muy corto, la resistencia de radiación es
tan pequeña en comparación con la pérdida total por resistencia, que cualquiera
que sea la pérdida que esté presente, constituye un porcentaje muy grande en la
impedancia total. En este caso, un gran porcentaje de la potencia de RF que
alimenta la antena se desperdicia en las pérdidas por resistencia y sólo un
porcentaje muy pequeño se queda realmente para irradiar en el espacio. El
resultado es, en el mundo práctico, un radiador muy ineficiente.
Lo anterior implica que
hay un límite práctico en lo pequeña que puede hacerse una antena y todavía
obtener una radiación eficaz razonable. Volveremos a ver esto más
adelante.
El transmisor sin
ajustes.
No hay nada de mágico
en los 50 ohmios que desea ver nuestro transmisor sin ajustes. Los diseñadores
podían haber elegido perfectamente cualquier otro valor. En el pasado, los
controles de ajuste de la etapa final permitían a nuestros transmisores poder
trabajar dentro de otros valores de impedancia. Pero nuestros transmisores ya no
nos proporcionarán este lujo nunca más. Estamos atrapados con los 50 ohmios. Lo
que todo esto significa es que si nuestro transmisor fuera de nuevo capaz de
trabajar con otros valores de impedancia, podríamos utilizar antenas con
longitud indeterminada, o hilos random. Los hilos de longitud indeterminada, o
random, radian con una eficiencia igual a los hilos de longitud resonante. La
implicación en esta afirmación es que una antena acortada o no resonante, como
un dipolo para 40 metros utilizado en 75 metros podría operar con una alta
eficiencia. También queremos liberarnos de la preocupación por el acortamiento
de la antena. No habría necesidad de hacerlo. Solamente cuelga un cable en
cualquier lugar disponible y transmite con él.
Otra consecuencia
igualmente importante en esta afirmación es que el operador de radio ya no se
limita a la operación en un rango de frecuencias relativamente estrecho, sino
que podría utilizar la antena en toda la banda.
¡Si tan sólo pudiéramos
hacer que el transmisor cooperara! Si pudiéramos hacer eso sería un gran aumento
en la flexibilidad operativa de la estación ¿no te parece?
Pensemos de nuevo en lo
que esto significa. Si tenemos éxito de alguna manera en la "persuasión" o
"engaño" en el trabajo de ajustar el transmisor para cualquier impedancia del
punto de alimentación de la antena, entonces no sólo se podría utilizar la
clásica antena de media onda en las bandas de frecuencias más bajas, sino
también en todas las bandas de frecuencias más altas. De este modo, un dipolo
para 40 metros podría funcionar con una alta eficiencia en la banda de 75 metros
y en todas las bandas hasta los 30 Megahercios. Y si no tenemos espacio, incluso
para una antena de media onda para cualquier banda de HF, todavía podemos
utilizar una longitud indeterminada no resonante en todas las bandas con los
mismos resultados.
La alternativa es que,
dado que la mayoría de nosotros tiene espacio para un dipolo de 40 metros, pero
no para un dipolo de 75 metros, pues no trabajamos en 75 metros. Tampoco
operamos en 20 metros debido a que la antena no carga bien en esta banda. El
resultado es que nuestra operatividad está muy restringida. No veo cómo puede
haber ninguna duda de que la primera alternativa es la
preferible.
La solución, por
fin.
La solución es
absurdamente simple. Se basa en una técnica de aproximadamente 80 años de
antigüedad: Se llamaacoplador de antena.
Llegados a este punto,
7 de cada 10 radioaficionados ya no leen más. ¡Adiós 70 por ciento! y gracias
por estar ahí durante tanto tiempo.
En cuanto a ti,
restante 30 por ciento, vamos a continuar a medida que exploramos este
dispositivo misterioso y odiado.
Sí, odiado. La mayoría
de los radioaficionados desprecian los acopladores. Es por eso que el 70 por
ciento acaba de dejarnos. Ellos no tienen nada que ver con los acopladores. Y,
como he dado a entender en el párrafo anterior, no quieren ni siquiera
comprenderlos.
¿Por qué es esto? Hay
varias razones dadas por los radioaficionados que rechazan los acopladores.
Estas son dos de las más comunes:
Introducen pérdidas y
producen dolor de cuello al
usarlos.
Por supuesto, algunos
acopladores introducen pérdidas. Pero los acopladores no introducen pérdidas de
forma inherente. Las consideraciones en la fabricación han hecho que algunos
acopladores sean deficientes. Un acoplador perfecto no introduce pérdidas. Un
acoplador casi perfecto casi no introduce pérdidas. Un acoplador deficiente
introduce unas pérdidas significativas. ¿Pero no es esto cierto en todas las
cosas de este mundo? ¿Por qué debería ser diferente con los
acopladores?
La razón de que
producen dolor de cuello al utilizarlos es muy curiosa. El significado de esto,
por lo general, es que requieren un ajuste constante a medida que hacemos QSY
arriba y abajo en la banda. Un acoplador debidamente ajustado siempre presentará
una ROE perfecta de 1:1 al transmisor. Esto es a pesar del hecho de que a menudo
oigo decir a algunos radioaficionados que ajustando su acoplador pueden
conseguir bajar la ROE de su antena hasta, digamos, 1,5:1. Algo va mal si eso
es lo mejor que pueden conseguir y se sugiere que no saben cómo ajustarlo
apropiadamente o el acoplador es deficiente en algún aspecto.
Un acoplador ajustado
adecuadamente pueden proporcionar una carga casi perfecta de 50 ohmios para el
emisor en un rango de frecuencias muy considerable. Además, no es necesario
ajustar continuamente el acoplador. Si hacemos un cambio de frecuencia lo
suficientemente grande como para provocar en la antena un aumento de ROE de, por
ejemplo, 2,5:1 no ganaremos nada por volver a ajustar el acoplador para
conseguir una ROE de 1:1. Así que con todo lo dicho, ¿es esto tan gran
inconveniente comparado con los beneficios obtenidos?
Antes de que te
apresures en responder, considera de nuevo cuales son las compensaciones.
Estamos hablando acerca de ser capaz de operar en todas las bandas y en todas
las frecuencias, con una longitud de cable moderada en comparación con la
operación solamente en una banda y en un rango de frecuencias muy restringido
dentro de esa banda. Si esto no es incentivo suficiente para seguir conmigo,
entonces únete a los del 70 por ciento que nos dejaron hace un rato. Puedes ir a
hacer otra cosa. Lo que sigue no te va a beneficiar en nada.
He dicho que con la
reducción de la ROE de 2,5:1 a una ROE de 1:1 no vas a ganar nada. Eso no es
exactamente cierto. Hay una diferencia. ¿Cuánta diferencia?, vamos a
averiguarlo.
La diferencia es de 0,7
dB. Esto representa menos de una octava parte de una unidad S.
Mira el S-meter de tu equipo.
Mira el S-meter de tu equipo.
¿A qué distancia están
las marcas del S-meter entre sí? Apuesto a que están aproximadamente a 6mm o
menos. Divide mentalmente la distancia entre dos unidades S en 8 partes. La
diferencia en la intensidad de la señal es una de dichas divisiones. Sin
embargo, a muchos radioaficionados les pone enfermos ver una lectura de ROE de
2.5:1.
La indicación del
S-meter debe ser de 6 dB por unidad S. La mayoría de los equipos indican más o
menos unos 3 ó 4 dB entre cada unidad-S. Sí, esta diferencia de precisión
también es aplicable a alguna de esas bellezas de muchos miles de euros que
descansan en tu cuarto de radio; es triste, pero cierto. Además, tendrán
variaciones a lo largo de la escala. Dado que este es el caso en el mundo real,
haz dos divisiones en el ejemplo descrito anteriormente. Así que ahora tenemos
dos divisiones en lugar de una. ¡Gran cosa, vaya!. Finalmente, una vez más, un
acoplador correctamente ajustado siempre presentará una ROE perfecta de 1:1 al
transmisor. La incapacidad para hacer esto indica un defecto y / o un acoplador
mal ajustado.”
Pues yo leí hasta el final... muy interesante.. pondré mi hilo largo, y feliz... Gracias!!!
ResponderEliminarSuper interesante, estoy poniendo en este momento un hilo largo a 5 mts de altura de 47,6 mts de largo y una conteaantena a tierra de 10,5 mts. Le instalé un choke de tamaño considerable a 50 CM de la union, Mi equipo es un Yaesu FT900 con sintonizador incluido. Espero que funcione, que te parece?
ResponderEliminarHola,saludos cordiales....Muy interesante la experimentación que vas a hacer...me gustaría me comentaras como te fué con esa antena....yo nunca la he utilizado.Espero hagas buenos qsos a pesar de la mala propagación reinante.....Un abrazo y a tus órdenes.Gerardo.-CX3SS
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